Consuela saber que todo terminará unido en la eternidad.
Escuchar lo que queda dentro cuando se aparta todo el ruido.
Soy el eco de una esencia de hace miles de años
Lo difícil nunca fue emprender el viaje, era ilusionarse con la compañía.
Eso fue lo malo; qué aprendí a vivir con ello.
Nunca me preocupo el cómo ni el fin. Incluso me ilusioné por el cómo.
Todo lo que yo podría haber dado se lo tragará mi alma; como la tierra se traga el agua.
Después de mi muerte volveré a vivir como un árbol; como era antes de nacer; como siempre ha sido en mi eternidad. Interrumpida por ensoñaciones llamadas realidad.
Y me quede en un campo lleno de flores viendo como algo que fluía de forma natural se quedó parado en el tiempo.
Hay un momento en la vida en que vives más en la aceptación que en la superación.